Hace unos años, en 2014, una persona con parálisis en los miembros inferiores dio el pistoletazo de salida a la Copa Mundial de la FIFA utilizando un innovador exoesqueleto robótico. En esta demostración, el estado del arte de aquel momento mostraba la tecnología de movilidad asistida, orientada a la rehabilitación de la marcha.
Hoy en día, la tecnología de los exoesqueletos ha mejorado notablemente, gracias al duro trabajo entre el mundo académico y la industria. Exo-H3 es la prueba de ello, al ser un producto diseñado por investigadores para investigadores.
En cuanto a la pregunta de cómo volver a patear un balón, se pueden considerar varios enfoques. Por un lado, cuando los pacientes están en las primeras fases de rehabilitación, podemos confiar en la neuroplasticidad del cerebro, utilizando un controlador de posición angular como terapia pasiva. Podemos crear nuestra propia trayectoria angular, y el ejemplo clásico es el patrón de marcha; sin embargo, podemos crear cualquier tipo de ejercicio en la extremidad inferior, por ejemplo, patear una pelota. Tras unas pocas sesiones, la neuroplasticidad ha hecho su trabajo, y el paciente ha aprendido a patear de nuevo.
Por otro lado, muchos investigadores están interesados en diseñar controladores que permitan mejorar la experiencia de los pacientes cuando llevan el exoesqueleto, prediciendo la intención del movimiento y proporcionando los valores de fuerza correspondientes. En este campo, un controlador de transparencia es la clave, basado en la lectura del par de interacción de cada articulación del exoesqueleto y tratando de realizar un controlador de par cero. Esta imagen muestra a un usuario, llevando el exoesqueleto y pateando el balón, realizando nuestra nueva versión del controlador de transparencia.
Seguimos mejorando día a día, implementando tecnología punta en nuestro dispositivo. Nuevos retos y actualizaciones están a la vuelta de la esquina (2022).